2/25/2007

¿Es posible?

Ya va por los 2 kilitos de peso, 17 semanas después de que viniera al mundo en Miami. A los cinco meses sorprendió al mundo y batió el récord. Su madre, Sonja Taylor, había tenido serias complicaciones durante el embarazo, pero nadie imaginaba que el mínimo organismo de la bebé lo superaría. Y ahí la ven, dando caña desde los primeros meses. Impresionan las fotos que tenemos de Amillia -¿a que es precioso su nombre?-, pero lo verdaderamente apabullante es que la pequeña tenga tantas ganas de vivir. Apunta maneras. Está hecha una valiente.

3 comentarios:

Albiac dijo...

Desde luego que apunta maneras, aún sin proponérselo -o sí- está quitando la careta a muchos que la desearían ver muerta porque molesta. Molesta a tantos cómplices de asesinos de personas que podrían traer soluciones a este mundo. Molesta porque descubre que tras una falsa defensa de derechos mercadean con el precio de la vida, hablando de que el coste de mantenerla con vida es demasiado alto. Ellos sí que saben cuál es el dinero adecuado para salvar una vida. Ese cuerpecito asquerosillo es precioso comparado con las mentes de muchos.

Nicholas Van Orton dijo...

Increíble, Marta, increíble. Casos así me ayudan a formar mi opinión sobre otros temas; por ejemplo, el aborto. Debo meditar más. Gracias por tu post.
Saludos.

Ninguno dijo...

A mí también me ha hecho reflexionar sobre ese mismo tema, orton. Nunca había tenido una postura firme, y esta noticia -junto con otro tipo de acontecimientos personales que han tenido lugar estos días- desmonta todo indicio de argumento que hasta hoy hubiera anotado.

Y sí, albiac, has dado en el clavo. Molesta y molesta mucho. El cuerpecillo es la muestra más evidente de lo que hay detrás: es vida, es milagro. Y al lado de eso, creo que sobran los calendarios, e incluso me atrevo a afirmar que en esto (como en el caso de la autanasia) sobra ese atiborrado ente llamado Estado. Nada puede decidir suplantando la libertad individual de una persona o el derecho que la persona tenga sobre sí misma.

Gracias, y un saludo.