4/14/2007

Kultura Kayegera



11 comentarios:

Anónimo dijo...

Prefiero otro graffiti con el que tropecé hace algunos años:
"un civil puede ser militarizado, pero... ¿se puede civilizar a un militar?"

Anónimo dijo...

Muy bueno! Me lo apropio.

Laura dijo...

Muy bueno, Marta. ¿De dónde lo has sacado?

Ninguno dijo...

Pues en coordenadas geográficas: calle La Vía, Valladolid, próximo al paso subterráneo de la plaza Vadillos. La verdad, no sé por qué me resultó desapercibido en otras ocasiones... Un saludo!

o s a k a dijo...

muy bueno!


n a c o

Nicholas Van Orton dijo...

¡Ah!, yo pensaba que todos los ejércitos cumplían misiones humanitarias: ¿No es lo que se lleva ahora? Aunque la paloma, si es torcaz y antes de la veda, está riquísima; al menos en Toledo.
Saludos.

Anónimo dijo...

En este caso, disiento. Demasiadas personas (también miembros de cuerpos militares) han dado su vida por causas justas como para generalizar de la forma en que lo hace esta viñeta urbana. Mi respeto, por supuesto, para esta forma de crítica, pero más respeto si cabe para los miles de integrantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que día a día realizan una labor honrada y honorable (además de, en mi opinión, necesaria).

E.C.

Ninguno dijo...

Nota interesante, sí señor. De todas formas, mi interpetación es que la pintura se limita a reflejar la hipocresía reinante en los altos cargos (en su mayoría llenos de influencia política) y su discurso que diverge completamente con la entrega de cientos de personas que constantemente arriesgan sus vidas por la seguridad y la defensa de todos nosotros.

Saludos!

Anónimo dijo...

Ignoro la intención del autor o autora, pero sé positivamente que cuando habla de "ejército", ha de referirse a esos cientos de personas de los que hablas, porque es ésa y no otra la definición de la palabra. Las generalizaciones son fantásticas para crear atractivos eslóganes, pero recurren para ello a una injusticia con la que nunca me he sentido agusto.

E.C.

Anónimo dijo...

Cuando España decidió participar militarmente en Afganistán (obedeciendo un mandato de la ONU), ya existía un enfrentamiento abierto entre dos bandos (luego occidente no fué la causa, a diferencia de Iraq)

La reacción visceral al 11-S justificaba apoyar en el conflicto a los menos repulsivos (los traficantes de opio) y tratar de reducir a los talibanes. La encerrona fue la posterior invasión del país vecino, lo cual cambió totalmente el escenario. Entonces pasamos de ser una fuerza que combatía la propagación del extremismo islámico... con el apoyo implícito y mayoritario del mundo musulmán.. a ser los cómplices necesarios de una turbia estrategia de EUA en la región.

Aunque tendría inciertas consecuencias políticas y diplomáticas, sin duda apoyo la retirada del ejercito españól también de Afganistán.

Luis Amézaga dijo...

Se dicen tantas cosas. Lo peor es que los periodistas fotografían la búsqueda, pero no el desenlace.