8/09/2006

A buenas horas...



Han tenido que pasar cinco días, y superar la centena el número de focos incendiarios en la Comunidad Autónoma gallega, para que el presidente Rodríguez ose interrumpir el gozo y disfrute de sus vacaciones pagadas por el ciudadano español, y no poco caritas (y además haga desaparecer su presencia de las vacaciones pagadas de su familia), acudiendo a posar ante los fotógrafos a un despacho desde el que nos dicen "se controla la situación". Ya puestos, podría haber aportado su esfuerzo y llevar un cubito de agua para apagar el colosal territorio en llamas..

Me pregunto,

¿tendrá Fraga la culpa?

¿Habrán sido militantes del PP armados con cerillas?

¿Serán esta vez hilillos de humo?

¿Seremos los españoles apocalípticos?

¿Pepiño-que-en-todo-se-entromete, de dónde era?


2 comentarios:

Imperator dijo...

Si es triste ver como el sur de España palidece seco, más triste es ver como el verde norte se quema...

VICTRIX dijo...

Estimada amiga, me alegra comprobar que ha vuelto a publicar un artículo ya que es usted conocedora de la simpatía que tengo hacia éste blog. Puede que los temas tratados no sean muy diferentes a los de otros, pero me gusta el modo en que los enfoca y su forma de escribir. O quizás también influya el hecho de que fue uno de los primeros en los que escribí.

Pasando a los incendios, no serán pocos los que dirán que ZP no tiene la culpa de que alguien coja un mechero y prenda el monte, pero al menos se podría tomar la molestia de decir a sus ministros que no digan majaderías como las de Narbona, que acusó “a los trabajadores que no han sido contratados en los retenes de este año de provocar los incendios en Galicia” U otras voces del partido socialista, que culpaban al Partido Popular de haber abandonado el medio rural.

De lo que sí tiene la culpa el PSOE, aparte de decir patochadas, es de obligar a los bomberos a saber gallego, en una muestra más del sinsentido que rodea a cuanto sucede en la política española y de lo ridículo y obsesivo que puede llegar a ser el regionalismo que padecemos. El nacionalismo es tan rancio y tan irracional que los políticos, con tal de obtener más votos, prefieren ver arder cientos de hectáreas de bosque. ¿Acaso saben gallego las brigadas Italianas que han ofrecido su ayuda? ¡Ah, pero tampoco saben español! Ya está todo claro. Y a esto hay que añadirle la culpa que pueda tener el nuevo gobierno gallego que intentó remodelar el cuerpo de bomberos sin éxito aparente.

¿Y que me dicen de la descoordinación entre las Comunidades Autónomas y de la incapacidad de las administraciones autonómicas para solventar problemas de cierta importancia? En ésta locura autonomista han sido transferido tantas competencias que muchas de ellas no son ejercidas eficientemente por las respectivas autonomías. El año pasado fue Castilla la Mancha y éste año le ha tocado a Galicia. Me parece muy surrealista cuando cuenta el telediario que otras CCAA han enviado ayuda a Galicia porque lo dicen como si se tratase de Estados Independientes que responden (como pueden no hacerlo) a la petición de otro estado extranjero. Es lamentable. Hay competencias que nunca deberían haber sido transferidas y ahora estamos pagando las consecuencias de ello a la vista de la alarmante descoordinación de medios y de administraciones.

También hay que destacar la incapacidad de actuar de un modo conjunto y eficaz dada la gran cantidad de Fuerzas de Seguridad de que disponemos. Policía, Guardia Civil, Bomberos, Protección Civil... todas con funciones y cometidos diferentes que en ocasiones llegan a tener similares competencias. Las fuerzas del orden deben ser una sola, para toda España y para todos los cuerpos, aunque luego dentro del mismo haya diferentes subdivisiones y especialidades. De éste modo la coordinación y el trabajo serían mucho más eficaces. Pero actualmente el desbarajuste es más que evidente.

Por otro lado tenemos un componente socio-cultural. Si el sur de España siempre se ha caracterizado por ser un coto de caza plagado de latifundios con señoritos y siervos, en el norte siempre se ha dado un minifundismo y un apego a la tierra excesivo y en ocasiones enfermizo. No sé si conoce usted el medio rural pero yo, aun siendo de ciudad, sí que he tenido ocasión de conocer el carácter de las gentes de los pueblos del norte. No crea que exagero cuando digo que la envidia es casi una enfermedad, y que serían capaces de matar de un palazo al vecino o de quemarle el monte por una estúpida disputa por 21 centímetros cuadrados de terreno que perteneció a su tío quinto por parte de madre.

¿Y por qué hay más incendios en Galicia que en Asturias, Cantabria, País Vasco, León, Burgos, norte de Palencia, Navarra etc, zonas también minifundistas? Bueno yo diría que la sociedad gallega tiene una tendencia más agraria que la que pueden tener esas zonas. Las anteriormente citadas son zonas más bien industriales cuando no mineras pero el uso que se le da a la tierra par nada es comparable al de Galicia. Además, y sin pretender desprestigiar a una zona que me gusta mucho, Galicia es una región muy caciquil y ha estado muy incomunicada hasta que recientemente se construyeron las autovías. Al pasar de Asturias a Galicia es como si entrases en un mundo diferente y te da la sensación de que allí todo se rige por unas costumbres muy diferentes. Al menos esa es mi impresión.

Creo que usted ya debe estar deseando que termine de modo que intentaré satisfacer su deseo pero no sin antes agradecerle la posibilidad que me da de poder debatir con usted temas tan interesantes como los planteados en esa pizarra. Siempre que usted quiera dar mayor profundidad a los debates podríamos hacerlo vía-email (en mi perfil aparece), pues ésta es la única forma que tengo de comunicarme con la gente por Internet, ya que los servicios de mensajería instantánea no son de mi agrado, al considerarlos despersonalizados y típicamente adolescentes en exceso. Es simplemente una idea aunque considero, a juzgar por su frecuencia de publicación, que tiene una vida atareada y lo suficientemente entretenida como para desperdiciar sus días de verano discutiendo conmigo temas interesantes pero al fin y al cabo un poco aburridos en comparación con las aficiones que usted pueda tener.

Saludos afectuosos.