3/16/2007

De victorias y disparates

Comenzamos por la buena noticia: China aprueba una ley que reconoce por primera vez la propiedad privada, textualmente "todo tipo de propiedad, desde la estatal a la colectiva, individual o de otro tipo, está protegida por la ley y nadie puede atentar contra ella".
Y seguidamente, el relato de ciencia ficción titulado De camino hacia un sueño, que una joven revelación de la literatura -Fernández de la Vega, ¿la conocían? Yo también- nos presenta hoy en las páginas de opinión de El País. Merece la pena leerlo al completo, se lo aseguro. Pero extraigo aquí algunas de sus perlas:
"En España contamos hoy con un Gobierno que ha hecho de esa convicción, la de que hay que trabajar por la igualdad, una de las premisas de su acción política. Resulta significativo que la primera ley de este Gobierno fuese la Ley Integral contra la Violencia de Género, y desde entonces hemos avanzado mucho."
Paréntesis: según el informe divulgado por el Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial, en España murieron por violencia de género 91 personas en 2006, un incremento del 19.2 por ciento respecto al 2005. En lo que va de 2007 -74 días- han sido asesinadas ya otras 15 mujeres.
Después de su introducción de ocho párrafos, al tema:
"Se trata, por tanto, de una ley ambiciosa que tiene una intención eminentemente práctica: busca crear las condiciones materiales para la realización efectiva de la igualdad de género proyectando ese principio de igualdad sobre toda la sociedad, incidiendo especialmente en los ámbitos educativo, sanitario, artístico y cultural, la sociedad de la información, el desarrollo rural, la vivienda, el deporte, la ordenación del territorio o la cooperación internacional para el desarrollo, así como haciendo de la igualdad un principio esencial en la formulación de políticas, la actuación de todos los poderes públicos y la interpretación de las normas.

Y en ese compromiso con el logro de la igualdad real, la propia norma establece instrumentos adecuados. Una de sus grandes innovaciones es el denominado principio de presencia equilibrada. Este principio, que implica que la presencia de hombres o mujeres no supere el 60% ni sea inferior al 40%, es esencial en el logro de que el derecho a la igualdad encuentre una plasmación efectiva. Se garantiza así la igualdad en los órganos directivos de la Administración General del Estado y en las candidaturas políticas. Se asegura así una representación equilibrada de ambos sexos en los órganos y cargos de responsabilidad, del mismo modo que en el Parlamento."
Finaliza en un claro alegato en defensa de la nación de naciones, en el que mezcla sus dotes intelectuales con un guiño al esperpento:
"Clara Campoamor, defendiendo el voto para las mujeres, dijo que se enorgullecía con la idea de que sea mi España la que alce esa bandera de liberación de la mujer. Hoy, 75 años más tarde, podemos decirlo de nuevo. Hoy España vuelve a alzar la bandera de la igualdad ante el mundo entero. Creo que podemos sentirnos orgullosas y orgullosos de ello."
Culminamos con el principio del relato: "Decía Gerardo Diego que lo que un día intuimos o soñamos es la sola verdad". Después de percatarnos de la forma que tienen algunos de ahogar siglos y siglos del noble oficio del pensar, nos queda intuir: ¡ay si Gerardo levantara su cabecita...!

2 comentarios:

o s a k a dijo...

tiempos de dimisión para la razón

n a c o

VICTRIX dijo...

Pues sí, parece que los chinos se van liberalizando poco a poco. Así todo, y sin estar especialmente informado sobre los asuntos de ese país, creo que en algunas zonas más desarrolladas la propiedad privada ya era medianamente respetada, si no expresamente sí de forma tácita. Es uno de esos ejemplos en los que la sociedad y la economía van unos pasos por delante de las leyes dictadas por un régimen dictatorial, como ya vimos en España durante el tardofranquismo.

Tampoco debemos olvidar que el modelo chino no es estrictamente el soviético sino eso que algunos llaman socialismo de mercado o socialismo liberal. Dicen demagógicamente que toma lo mejor del socialismo y del mercado pero no deja de ser una forma implícita de reconocer la inviabilidad del comunismo. Lo que está claro es que el respeto de la propiedad privada es imprescindible para una eficiente asignación de recursos y la fijación de precios y eso lo entendió incluso Lenin cuando implantó la NEP que supuso una mínima liberalización económica. Obviamente en breve se duplicaron las cosechas.

Un saludo.