"La identidad de sangre y lengua se ha convertido en la peor pesadilla del presente"
Fijénse bien. Hoy todavía no sabemos dónde se oculta la vida, qué clase de sitio es ése ni cómo se llama. Si nos abandonan, si nos retiran los libros, nos veremos inmediatamente en un embrollo, todo lo confundiremos, no sabremos adónde ir ni cómo ir, ignoraremos lo que se debe amar y lo que se debe odiar, lo que debe respetarse y lo que sólo merece desprecio. Incluso nos molesta ser hombres, hombres de carne y hueso; nos da vergüenza, lo consideramos como un oprobio y soñamos con llegar a convertirnos en una especie de seres abstractos, universales. Somos seres muertos desde el momento de nacer. Además, hace ya mucho tiempo que no nacemos de padres vivos, lo que nos complace sobremanera. Pronto descubriremos el modo de nacer directamente de las ideas. Fiódor Dostoievski
1 comentario:
!Que sorpresas nos da el lenguaje¡
Yo siempre había sospechado del concepto de identidad: en la medida que alude a la igualdad, ha de ser intrínsecamente malo. En la medida que ese con quien queremos fundirnos es un extraño, nuestra mediocridad asoma la patita y se rebela. Dado que se busca la identidad fuera, ha de ser extrínsecamente perversa.
Y como colofón utilizo la frase de Friedman que aparece en tu siguiente entrada: "Una sociedad que coloque a la igualdad por encima de la libertad terminará sin libertad y sin igualdad". Coloquese identidad donde se ubica igualdad y tendremos la solución. A ello ayuda el que sean sinónimos.
Publicar un comentario